La psicología clínica estaba buscando un espacio de actuación en el campo de la "salud metal". Sus inicios fueron poco atractivos, asumiendo tareas de ayudante de otros profesionales (psiquiatras), y casi exclusivamente limitadas al psicodiagnóstico. Afortunadamente los psicólogos no se conformaron con ese papel y, seguros de sus conocimientos, comenzaron a desarrollar alternativas novedosas, tanto cara a la explicación de los "problemas mentales", como al tratamiento de estos problemas.
La psicología clínica se ha convertido en una disciplina, eminentemente aplicada, capaz de describir y clasificar los trastornos mentales, explicando su aparición, desarrollo y determinantes, diagnosticarlos, evaluarlos y ofrecer tratamientos eficaces para solucionarlos
El Psicólogo Clínico debe determinar con máxima precisión posible el diagnóstico de sus pacientes y con rapidez descartar cualquier enfermedad orgánica que pueda afectar su comportamiento efectuando la derivación al profesional correspondiente, además de contar con los instrumentos precisos tales como entrevistas, aplicación de test y por supuesto la indispensable experiencia profesional que nos ayudará a despejar dudas y a actuar con la mayor eficacia y precisión posibles. Considerando la entrevista psicológica como la herramienta más importante en la Psicología Clínica, porque es el encuentro entre el Psicólogo y el paciente que provocará un intercambio afectivo y permitirá la observación y el establecimiento del vínculo necesario para que el entrevistado deposite su confianza, que constituye el pilar insustituible en que descansa cualquier tratamiento.
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